[Español]
Te voy desenmascarar.
Infeliz.
¡Hey!
¡Hey!
Hijos de...
¿Dónde estoy?
Ayúdenme, por favor.
Ah.
Vamos, María Isabel.
Tú puedes.
Tú puedes con esto y mucho más.
Sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí.
Vamos.
Bien, bien, carajo.
Dios,
Dios.
Claro,
su plan era dejar a su rival
en medio de la nada.
Son unos imbéciles.
Tienes 5 horas
para deshacerte de la evidencia.
¡Carajo!
Me durmieron.
¿Qué me hicieron?
Pero no se van a salir con la suya.
No me van a ver decaer.
Aquí,
aquí Sargento Mendoza,
encargada de la
División de Investigación e Inteligencia.
Sargento Mendoza,
esta operación acaba de iniciar.
No sé de qué operación está hablando.
Lo que sí sé es que se va a hundir
luego de tantos años de fechoría.
Sí, sí, como digas.
Ahora vas a escucharme.
Tienes que eliminar
toda la evidencia
que tienes en mi contra.
Tiene miedo, ¿eh?
¿Miedo a ti?
Ay, por favor.
¿Quién te crees?
Me creó la sargento encargada
de descubrir
todas las cosas torcidas
que hicieron durante
tantos años dentro
de la institución.
Bueno,
esa carga te la estás
poniendo tú solita.
En todos estos años
no ha existido
un solo inconveniente,
pero tú te has empeñado
en querer hacer las cosas diferentes.
Ahora dime,
¿Dónde están las pruebas?
Sí,
sí, sí, claro.
Yo le voy a decir
en dónde están
y así todos vamos
a vivir felices para siempre.
Tienes que cooperar, preciosa.
No voy a cooperar un [ __ ]
Si su plan es que me demore
horas,
días
o lo que sea
en salir de este lugar,
está bien,
no me importa.
No tengo ni
santa idea de dónde estoy,
pero lo voy a descubrir.
Estoy entrenada para esto.
¿Acaso se le olvidó?
¿Por qué crees
que un hombre tan audaz
como yo
tendría solo ese plan mediocre?
Entonces,
¿Qué más tiene?
Vamos,
inténtelo por lo menos,
porque yo voy a hacer justicia.
Yo voy a mostrar
todas esas pruebas
y todo el mundo
se va a dar cuenta que usted
es un policía vendido.
Nadie va a ver esas pruebas.
Estás lejos,
no puedes hacer nada.
Eso está por verse.
¿Estás dispuesta
a acabar con mi carrera?
Es una carrera de muchísimos años.
Eso debió pensarlo hace mucho,
mucho tiempo atrás,
antes de cometer todos esos errores.
No fueron errores.
Hay algo que no estás entendiendo.
Yo entiendo todo muy bien,
perfectamente.
Usted se vendió por dinero.
Por mucho dinero.
Soy el medio perfecto
por el que se mantiene la paz
en esta ciudad.
¿La paz?
Si intervienes en esto,
se va a desatar una guerra
sin precedentes.
Mucha gente morirá.
¿Es eso lo que tú quieres?
¿Ah, sí?
No me diga.
mucha gente o usted.
No sabes nada
de mí.
Usted es de esas personas
que no les importan los demás.
Es un miserable.
Estoy completamente segura
que no me está pidiendo
por la vida de esas personas
que ni siquiera conoce.
Me está pidiendo
por su propia vida
porque sabe que lo pongo en riesgo,
no solo dentro de la institución,
sino que también
con sus propios aliados.
Me colmas
la paciencia.
Apenas tienes una semana
y ya piensas
que eres la salvadora.
Piensas que eres más que yo.
Yo soy la máxima autoridad
y nadie más.
Yo no tengo por qué
tenerle respeto a usted.
A mí me asignaron un caso.
Lo investigué
y reuní las pruebas.
Eso es todo.
Y no sé cómo lo hiciste,
pero lo voy a averiguar.
Estás cometiendo un delito grave.
Te metiste
en mis documentos personales.
No me importa en lo absoluto
haberme metido
en sus documentos personales.
Al final terminan
haciendo pruebas
y usted sale perdiendo.
No,
no, no, no.
Te equivocas.
Yo nunca
salgo perdiendo.
Eso ya lo veremos.
Tienes que quemar
todos los documentos
donde aparece mi firma.
Esos documentos
están muy bien guardados.
No lo haré.
Es más,
le recomiendo
que se vaya preparando
para el juicio.
No habrá ningún juicio para mí,
porque tú
me vas a entregar todas
las evidencias
que me relacionen
con ese caso.
Ya le dije
que no lo voy a hacer.
Bueno,
como quieras.
¡Mamá!
Mi amor.
Mi amor, ¿estás bien?
Sí, pero
tengo mucho miedo.
Tranquilízate. Sí.
Mami te va a salvar.
Por favor,
trata de calmarte, por favor.
Mamá,
ese señor dice que es,
que es tu amigo.
¿Es verdad?
Él no es mi amigo.
Tranquila,
él no te va a hacer daño. Sí.
Yo voy a conversar con él.
Pásamelo, por favor.
Ya ves,
ahora tienes que hacer
todo
lo que yo te diga.
Estás jugando muy sucio.
No te puedes meter
con mi hija.
¿Cómo es que la sacaste de la escuela?
No fue
tan difícil.
Tengo contactos
en todos lados.
Además,
recuerda
que yo soy un general de la policía
muy respetable.
Usted no tiene nada de respetable.
Ey, ey, ey, ey.
Cuidadito como me hablas.
Suelte a mi hija,
por favor, déjela ir.
Ella se va a quedar conmigo
por ahora,
pero no te preocupes
que va a estar muy bien cuidadita.
Se va a arrepentir de todo esto.
No, no, no, no.
Sargento Mendoza,
no me has entendido.
Tienes que dejar de hablarme
de esa forma
porque
pues en cualquier momento
puedo dejar de ser
una buena persona
y tu hija
pagaría las consecuencias.
No,
no, no, no. Por favor,
no se atreva a hacerle nada.
No la toque.
Entonces,
dame esos documentos.
¿Dónde están?
No le puedo decir.
Es mi trabajo.
Entiéndame.
Para ti es muy fácil.
Solo tienes que cubrir todo esto,
entregarme las evidencias
y tu hija quedará
sana y salva
igual que tú.
Por favor, no me haga esto.
Mi carrera apenas está iniciando
y la mía
casi está
terminando.
Y yo he construido
durante todos estos años
un imperio.
Mucha gente
depende de mí.
Es un delito muy grave
el que usted cometió.
Está involucrado con los narcos.
ha hecho cosas ilegales
durante muchos años.
Por Dios.
No, no, no.
Yo no voy a dañar
mi reputación
después de tantos años
de trabajo
y no voy a permitir que me la dañe
una simple amateur.
Puede que sea Amateur,
pero soy muy buena
en lo que hago,
por eso estoy donde estoy.
Por lo que veo,
te importa muy poco
la vida de tu hija.
¿Quieres jugar?
Entonces
vamos a jugar.
No, no, no, no.
Espere, espere,
espere, espere,
por favor.
Él no sabe
cuánta información tengo.
De acuerdo.
Deshágase de esos documentos.
Muy bien.
¿Dónde están?
En...
en mi oficina.
En la oficina.
Está bien,
hablamos en un momento.
No, no, no, no.
Necesito hablar con mi hija,
por favor.
[ __ ]
Eva Luna.
Mande.
Pasa a Valentina para atrás
y cuídenla.
Yo voy a la oficina
a eliminar los documentos.
Sebastián,
trae a la niña.
¡Carájo!
Por lo menos sé en dónde estoy.
Espero no estar
muy lejos de la ciudad.
Tengo que recuperar a mi hija.
Ese hombre es capaz
de hacer cualquier cosa.
Lo que no entiendo es
cómo él sabía
que yo tenía todas esas pruebas.
Alguien me delató.
De todas maneras,
esos documentos
no son tan importantes.
Mientras él se deshace de eso,
voy a recuperar a mi hija
y voy a continuar con el juicio.
Hola,
¿hay alguien ahí?
No puede ser.
Es la señal.
Vamos, vamos,
por favor, funciona.
Sargento Mendoza.
Sí, lo
le copio.
Estoy en la oficina.
Dígame
exactamente
dónde están.
Antes que nada,
dígame a cuántos kilómetros
de la ciudad me dejó.
Tú no entiendes
que estamos negociando
y que yo tengo a tu hija.
Eres
muy insensible con ella.
Se supone que
la quieres mucho,
pero al parecer
no es así.
Ella es lo más importante
que tengo en mi vida.
Si usted se atreve
a tocarle un pelo,
se va a arrepentir
de haber nacido.
Sí, sí, sí,
como digas.
Ahora dime,
¿Dónde están los documentos?
En el segundo cajón de mi escritorio.
¿Era tan fácil?
Eres una pésima investigadora.
¿Dónde están las llaves?
La llave está
debajo de una maceta
en la parte derecha de mi escritorio.
Bingo.
Quiero que me cuentes
dónde conseguiste todo esto.
Tengo mis contactos,
soy sargento de policía.
Bueno, ya tiene lo que quiere.
Deje a mi hija en donde la encontró.
Tu hija
es una ficha
que no pienso soltar.
¿Qué?
Pero usted dijo que...
Yo no te dije nada.
Me vas a ir entregando las evidencias
poco a poco.
Ya le dije
que yo no tengo nada más.
No me quieras ver la cara de idiota.
Sé que tienes documentos,
videos,
grabaciones
y muchas cosas.
No sé cómo demonios
lo conseguiste,
pero voy a averiguarlo.
Entienda que no tengo nada más.
Quiero la contraseña
de tu computadora.
No,
eso no.
Sí.
Eso sí,
me la vas a dar.
No puedo dársela.
Tengo información
confidencial ahí.
Muy bien,
entonces
yo lo voy a averiguar.
Y si me toma mucho tiempo
y si no la consigo,
lamentablemente
voy a ir por tu hija.
No, no, no, por favor, no.
Ya tiene los documentos.
¿Para qué quiere mi contraseña?
Quiero saber
qué más tienes guardado aquí.
Ya le dije que no tengo nada más.
Tengo que recuperar a mi hija.
Tengo que hacerlo.
Ay,
Cómo puede ser
que ningún carro
pase por este lugar.
Un carro.
Un carro.
Sí.
Estoy cerca de la ciudad.
Ay, Dios mío.
Por favor,
protege a mi hija.
¿Qué hace, Sebastián?
Solo es un dulce.
La niña debe tener hambre.
Gracias, señor.
Dime,
¿Cómo te llamas?
Mi mami me dijo
que no hablara con extraños.
Tu madre tiene razón.
Yo me llamo Sebastián.
¿Ves?
Ahora ya no somos dos extraños.
Valentina.
Me llamo Valentina.
Mucho gusto, Valentina.
Te ves muy lindo así.
¿Así cómo?
De papá.
Eva Luna.
Por favor, tú sabes que yo
ni siquiera tengo tiempo
para pensar en ser padre.
Ni novia tengo.
Por qué no quieres.
Eva Luna.
No, por favor.
Ay, está bien,
está bien.
No te molesto.
No llega mi papá.
¿Por qué se tardará mucho?
Ese señor malo ¿Es tu papá?
Mi papá no es malo, mocosa,
así que cuida lo que dices.
Sí es malo,
porque dejó en medio
de la nada a mi mamá.
Pues tu mamá va a volver.
Si es, como dicen que es.
Sí,
ella siempre cumple
lo que promete.
Ah, sí, sí, corazón.
Eso pasará si cumple con su parte.
¿Qué parte?
Es cosa de adultos.
Tu mamá se metió
en lo que no le importa.
Eh,
Eva Luna,
por favor,
tú no tienes por qué hablarle
de estas cosas a la niña.
¿Estás de su lado
o del nuestro?
Solo es una niña.
Ella no tiene por qué saber
nada de esto.
Te recuerdo que si todo se sabe,
tú también vas a la cárcel
solo para que lo recuerdes.
Sí,
lo sé.
Entonces, más te vale
que te pares firme
y no andes tratando
a esta mocosa
como si fuera hija
de una pobre mujer
que no sabe lo que hace.
Yo solo quería decir que...
tú no querías decir nada.
Tengo sed.
¿Puedes comprarme una agua,
por favor?
Pero tenemos que custodiar a la niña.
Tú tranquilo.
Yo puedo cuidarla sola.
¿Segura?
Muy segura.
Así que por favor ve
Ey,
¿A dónde crees que vas, niñita?
Solo quería tomar aire.
Quédate quieta.
Se dañó esto.
Dios,
¿Cuál será la contraseña?
Ya sé.
Papá, date prisa
porque ya no soporto la mocosa.
Eva Luna,
pregúntale a la mocosa
en qué año nació.
2017.
No,
si yo fuese ella,
¿Qué contraseña podría usar?
Esta fecha tiene algo que ver
definitivamente.
Y si la pongo
al revés.
Sí,
sí, sí.
Si la pongo desde el medio.
Sí,
de la mitad.
Bingo.
¿Por qué no me habrá
querido dar la contraseña?
Algo debe tener aquí.
Sí.
A ver, a ver, a ver,
voy a revisar el chat.
Sí.
¿Dónde estás?
El juez
está esperando las evidencias.
Está desgraciada.
Tantos años trabajando en la institución.
Pensé que estaba de mi lado.
Estoy terminando de recolectar
las evidencias.
Creo
que ya saben
quién soy.
No sé
cómo se filtró
la información,
pero creo que te tienen en la mira.
De mí no sospechan nada.
Hay que apurarnos
con toda la evidencia.
Ya hice copia de todas las grabaciones
por las dudas.
Malditas imbéciles.
No, no, no, no.
Esto no puede ser.
No puede ser.
Me pueden descubrir.
No pueden enterarse
que yo lidero todo esto.
Mi vida está en riesgo.
No.
¿En dónde
dejaste
las copias?
Debemos
tener
ambas
copias
de todo
esto
por las
dudas.
No me pueden descubrir. No.
¿María Isabel?
Malditas.
Como me descubrieron.
¿Qué pasó?
¿Qué pasó aquí?
¿Por qué se cerró?
Estas
saben,
son hacker,
saben informática.
¿Qué pasó?
¡Carájo!
No, no, no, no, no,
no.
Esto no puede ser.
Esto no me puede estar pasando.
Esas malditas.
Dios,
he corrido demasiado
y no logro llegar a la ciudad.
Sargento Mendoza.
Sí,
aquí Sargento Mendoza.
No lograba establecer conexión.
Está programado
para comunicarse
siempre y cuando
yo quiero.
Pero necesito regresar a la ciudad.
¿Acaso pretende dejarme
aquí para siempre?
¿Qué?
¿No te sirvió la brújula?
La...
la brújula.
¿Cómo sabía?
Claro,
claro.
¿Cómo no pude
darme cuenta antes.
Ay. Estuve dormida
durante un tiempo.
Al menos,
ahora sé
que es para el otro lado.
¿Sabe qué?
Ya me cansé.
General,
mi querido y estimado general,
¿Qué pasa?
¿Cómo pretende
que elimine
todas las evidencias
desde aquí?
¿Ah?
Pues
ordenando,
diciéndome dónde está todo
porque no tienes la evidencia
contigo ahí.
¿No?
No, pero usted
no las va a encontrar,
no va a poder.
Tranquila, que ya descubrí
quién es tu cómplice.
¿Qué?
A ver, no le entiendo nada.
Sara,
¿Quién iba a decir
que una simple oficial tapiñada
te iba a ayudar?
No, está equivocado.
No tengo cómplices.
Pues,
¿Qué crees?
Ya tengo la dirección de su casa
y en este momento
voy para allá.
No, ella no tiene nada que ver.
Está cometiendo un error.
Grabaciones,
copias de grabaciones.
Necesito todo.
Ah, por cierto,
tu hija está muy bien,
¿no, chiquita?
Valentina.
Me llamo Valentina.
Mi amor,
no tengas miedo.
Pronto iré por ti.
Mira, María Isabel,
necesito
que me digas
qué evidencias
piensas presentar.
No, ya no puedo.
No puedo hacer nada.
No puedo hacer nada.
La vida de mi hija está en riesgo.
Así es.
Tienes en tus manos
la vida de tu hija
y la de tu amiga.
Ahora, ¿Qué quiere?
Que le digas a tu amiga
que me entregue
todas las evidencias,
documentos, grabaciones,
todo lo que tenga.
¿Qué?
No,
además no tengo comunicación con ella.
Pues
iremos a verla
y tendrás que obligarla
a hacerlo por las malas.
Tengo que llegar por mi hija
y Sara.
No les puede pasar nada.
Si les pasa algo,
va a ser mi culpa.
¿Dónde estás?
¿Ya te fuiste?
¿A dónde fuiste?
No tienes escapatoria.
¡Cállate!
¡Cállate!
No te quiero escuchar.
No tienes mucho que pensar.
Tienes que salvar
la vida de tu hija
y la de tu amiga.
No creo que puedas vivir
el resto de tu vida
con ese cargo de conciencia.
En realidad,
para ti es tan importante
meterme a la cárcel.
Está bien,
está bien.
Te voy a decir
en dónde están cada una de las pruebas,
pero
sácame de aquí.
Devuélveme a mi hija.
Devuélvemela
y no le hagas daño a nadie,
por favor.
Eso es tu decisión.
Tú verás
a quién le hago daño
o a quién no.
¿Dónde están las grabaciones?
Las tiene Sara.
Todas las grabaciones las tiene Sara,
pero no tengo ni idea,
ni idea de en dónde las guarda.
Muy bien,
Estamos avanzando.
Y para que veas
que soy buena gente,
voy a darle de comer a tu hija.
Ten, princesa.
Gracias.
¿Puedo hablar con mi mamá?
Está bien.
Toma,
presiona el botón.
Hola, mamá.
Mi amor,
mi amor.
Mi princesa, ¿Cómo estás?
¿Estás bien?
Bien, mamá.
Sí, tengo mucha hambre.
¿Puedo comerme
este sándwich?
Eh, no, no, espera,
espera.
Primero,
primero
dale a una persona que tengas
al lado de probar. Sí.
¿Qué?
A mí ni me mires.
Yo no pienso comer eso.
Mamá,
la señorita no quiso comérselo.
No, no, mi amor.
Tal vez si quiera.
Es solo que,
que está de quisquillosa. Sí.
Eh, pregúntale a otra persona
que tengas a tu lado, mi amor.
¿Hija?
¿Hija, qué pasa?
Mamá,
el señor sí se lo quiso comer,
de hecho parece buena gente.
Sebastián,
¿Qué haces?
No tiene nada de malo.
De verdad, qué fastidio contigo.
Te hace falta un poquito de maldad.
Es verdad,
Mamá.
El señor ya se lo está comiendo
y no se murió.
¿Si puedo comer?
Eso,
eso, mi amor.
Come.
Muy pronto estaré contigo. Sí.
Está bien mami.
Dame el radio.
Entonces,
¿Ahora sí,
me vas a entregar las evidencias?
Sí,
sí, estoy lista.
Qué bien.
Así me gusta.
Qué linda.
Quiere salvar la vida de su hija
y la de su amiga, la imbécil.
Claro, claro que quiero.
Habla, habla de una vez.
Dime qué es lo que tengo que hacer.
Tú no tienes que hacer nada.
Solo quédate donde estás,
darás órdenes
y me pasarás la información.
Vamos a empezar con...
Necesito saber el nombre del Juez.
No,
no, no me puedes hacer esto.
Voy a terminar involucrada.
Voy a ir a la cárcel como ustedes.
Justamente
eso es lo que quiero,
que te empapes tanto de todo esto,
que no te quede
más remedio
de ser una más.
No, no, no, no, no, no, no,
no quiero eso.
No lo quiero.
Tú te lo buscaste.
Nadie te mandó a meterte
en mis negocios.
Nada de esto
te estaría pasando.
Entiéndame,
yo no tenía idea
que un alto mando
estaba encargado
de toda esta operación.
Pues
para que veas,
de todo se aprende en esta vida.
De hambre, no me he de morir.
Pues tal vez si se muera
de hambre en la cárcel,
literalmente.
Pues no voy a ir a la cárcel
y mucho menos por culpa
de alguien como tú.
Ahora dame el nombre de ese juez.
Arturo Villarreal.
¿Arturo Villarreal?
No lo conozco.
Es nuevo en el juzgado.
Ah, sí.
Los nuevos se están reuniendo
para hundirme.
¿Qué le pasa a esta gente?
¿Están locos?
Muchos le tenían tanto miedo,
pero esto ya se acabó
porque sabe
lo que le puede pasar
si me traiciona.
Pues al parecer Sara
siempre estuvo preparada
para enfrentarlo.
Es solo que necesitaba
un poco de ayuda.
Justamente
esa imbécil me va a conocer.
¿Qué?
¿Qué? No, no, no, no.
¿Qué va a hacer?
Lo que debía haber hecho
hace mucho tiempo.
No, no, no, no, no.
¿Qué acabo de hacer?
Acabo de poner en peligro a Sara.
Él sabía que esto iba a pasar.
Dios mío, ¿Qué hago?
¿Qué hago?
Ayúdame. Ayúdame. Dios mío,
¿Qué hago?
Tengo que llegar.
Tengo que llegar.
Alguien me tiene que llevar.
Tengo que hacerlo.
Si nadie me lleva,
llegaré yo con todas mis fuerzas.
Él sabía que eso iba a pasar.
Dios mío, ¿qué hago?
¿Qué hago? Ayúdame, ayúdame.
Dios mío, ¿qué hago?
Tengo que llegar,
tengo que llegar.
Alguien me tiene que llevar.
Tengo que hacerlo.
Si nadie me lleva,
llegaré yo con todas mis fuerzas.
¿Quién iba a pensar que esa imbécil
me iba a sacar los trapitos al sol?
Eso te pasa, papá,
por confiar en cualquiera.
En el único que puedes confiar
es en Sebas.
Ni tanto.
Recuerda que él está con nosotros.
por obligación.
No, papá,
él ya cambió.
Ya es uno de nosotros,
¿no es cierto, Sebas?
Sí,
sí.
Te lo dije.
Solo era cuestión de tiempo.
Él sabe que no tiene salida
y que no hay nadie
que lo pueda sacar de esto.
De hecho,
yo quería pedirles que...
¿no ves que mi papá
ya está empezando a quererte?
No sé si esta mujer
me vaya a entregar todas las evidencias.
juega sucio.
Además,
siempre tiene un as bajo la manga.
Yo no sé por qué le tienes
tanta compasión a esa mujer.
Acaba de una vez con esta niña.
Tienes que hacerle dar miedo.
Ya lo tiene.
Ya me soltó información.
Aquí tengo unos documentos
en mis manos.
Sí, papá, pero esas
no son las únicas evidencias.
Sabes que hay mucho
por lo que te pueden incriminar.
Por eso debo tener muchísima paciencia.
Debo saber muy bien cómo mover mis cartas,
aunque tengo una carta nueva,
pero su amiga no va a permitir
que yo acabe con ella.
Vamos por ella, papá.
Señor,
¿me puede llevar a la escuela?
Tranquila, princesa.
Cuando termine todo esto,
te llevaré a la escuelita.
Todo depende
si tu mami quiere.
Mi mamá.
A ella sí le gusta que vaya a la escuela.
Por favor,
tengo mucho miedo.
Lléveme a la escuela, por favor.
Dios.
He avanzado tanto
y no logro llegar a la ciudad.
Ellos no se comunican conmigo.
No entiendo qué están haciendo.
Tengo mucha sed.
Agua.
Ay, quiero agua.
Tengo mucha sed.
Tengo mucha...
Aaaah.
A ver Isabel
¿Por
qué?
¿Por qué te empeñas en hacer todo bien?
Yo sabía,
sabía que estaba poniendo en riesgo a mi hija,
a mi hija y a mi amiga,
pero eso no estaba calculado.
Él no tenía por qué enterarse.
Agua,
agua,
agua,
agua.
Quiero más,
quiero más agua.
Con
eso,
con eso es más que suficiente.
Es la barra de chocolate
más rica que he comido en toda mi vida.
Ah.
Ayúdame.
Ayúdame, por favor.
Ayúdame.
¿Valentina?
¿Mi amor, qué haces aquí?
¿Estás con tu mami?
No,
no la he visto.
Entonces,
¿Cómo entraste aquí?
Quieta ahí, oficial.
Mi general.
Acérquese, por favor.
¿Pasa algo?
No lo sé.
Dígame usted.
No sé a qué se refiere.
Sebastián, por favor.
Explícale
a la oficial lo que está pasando.
Creo que ella quiere
jugar un juego.
Oficial,
nos hemos dado cuenta que usted
no es leal.
¿Qué?
Llevo años trabajando en esta institución
y siempre
le he demostrado lealtad.
Sí,
sobre todo a mí.
Sí, mi general,
le he sido leal.
No tienes un gramo de vergüenza.
Valentina, corazón,
ve a tu habitación. Sí.
No,
la niña no va
a ningún lado.
Por favor,
no la haga parte de esto.
¿Qué?
Ay, papá, a mí no me mires.
Por favor.
Ella no tiene por qué escuchar esto.
Eva Luna,
lleva a la niña
a su habitación.
Papá, yo quiero ver.
Que la lleves ahora.
Vamos.
¿Qué hacen?
Revisando
que no nos vuelvas a ver la cara de tontos.
Está limpia, señor.
Yo puedo explicarle .
¿Explicar qué?
Que confié en ti
durante muchos años,
aunque increíblemente
mi sexto asentido me decía que no confiara
y sin embargo no le hice caso.
Mi general, yo.
¿Tú qué?
Pensaste que no me iba a dar cuenta,
pensaste que la nueva,
iba a ser tu aliada.
Es que,
entiéndame,
básicamente
el no hablar
me hacía parte de esto
y no podía seguir así.
¿Tú sabes cuántos años tengo yo en esto?
No, mi general.
Más de 35 años.
¿Qué dices al respecto?
Es mucho tiempo, mi general.
¿No te has preguntado
por qué en tanto tiempo
ninguna
autoridad
ha hecho nada?
No lo sé, mi general.
Contactos,
influencias,
amigos.
Tú
y esa
oficial que está jugando a ser policía,
no van a arruinar todo
lo que yo he construido
durante tantos años.
¿Me entendiste?
¿Pretende acabar con nosotras?
Eso
pretendo,
pero por algún motivo
un juez ha decidido creerles.
Y emitió un informe
donde dice
que cualquier cosa
que les pase a ustedes,
yo seré el responsable directo.
¡Qué desgracia!
El juez ya sabe que usted hace cosas torcidas.
Me importa un carajo ese juez.
Él también se les va a ver conmigo.
Entrégame la evidencia.
Vinieron por eso.
¿Y por qué otra cosa,
Íbamos a venir?
¿Para visitarte?
¿Para tomarnos un café?
¿Qué pretenden hacer?
Yo no tengo nada.
No te hagas la loca.
Tú tienes pruebas
que me incriminan a mí.
No, de verdad,
yo no tengo nada.
Se lo prometo.
Tú hablaste conmigo hace rato.
Pensaste
que era la oficial Mendoza.
Señor,
usted está haciendo las cosas muy mal.
Por favor, déjenos en paz.
¿No te das cuenta
la posición en la que te encuentras?
Yo puedo acabar contigo
ahora mismo.
Usted lo dijo.
No puede hacernos nada.
Iría preso
en un abrir y cerrar de ojos.
Me gusta
que me estés demostrando
la clase de persona
que en realidad eres.
No le voy a dar nada.
¿No me vas a dar nada?
No,
además,
acabo de entregarle
las evidencias al juez.
Ya están en sus manos.
Hija de...
¿Qué fue lo que hiciste maldita.
Hice lo que tenía que hacer.
No vas a salir viva de esta.
Señor, por favor, cálmese.
Papá,
date prisa
porque no soporto a la mocosa.
Qué lástima, oficial.
Por eso
no te mandaron a campo,
porque eres una inútil
e defensa personal.
Solo sirves
para estar sentada frente a una computadora.
Usted no sabe nada de mí.
Sé
que eres una mediocre,
que te conformaste
con el grado de oficial,
que no tienes familia,
que nadie
te apoya.
No sé cómo pasaste las pruebas militares
porque no, no, no,
no sirves para nada.
Lárguese de aquí.
Ya ha hecho demasiado daño.
Usted es una mala persona.
Cómo me hiere tu comentario.
Casi lloro.
María Isabel los va a encontrar
y va a hacer que paguen todo
y los va a refundir en la cárcel.
Primero muerto
que en la cárcel.
Pues esas serán sus dos opciones.
Dígame,
¿dónde está María Isabel?
Está en un lugar muy hermoso
de donde no puedes salir.
¿Dónde la dejo?
Hasta que no me entregue todas las evidencias
y las destruya,
no va a poder regresar a su casa.
Es un desgraciado.
No le basta con todo el daño que ha hecho.
Ya es demasiado anciano
y no le da vergüenza
estar haciendo juegos
de gente
que sí puede moverse.
No te permito
que me hables así.
Yo le hablo como a mí me da la gana.
Ya no le tengo miedo.
No me puede matar.
No puedo matarte,
pero sí torturarte.
Déjala en paz.
¿Cómo es posible?
No te le acerques.
No querrás que la policía
te encuentre en la casa de un oficial.
No tienes excusa para eso.
Bueno,
es una muchacha
que juega a ser policía,
en contra de nosotros
y la otra
ni siquiera sabe apretar un gatillo.
¿Dijiste que soy una inútil?
que no sabías
cómo había pasado las pruebas.
Pues entérate.
Soy la que mejor
tiene puntería en la armada.
¿Cómo es posible?
No te le acerques.
No querrás que la policía
te encuentre en la casa
de un oficial.
No tienes excusa para eso.
Bueno,
es una muchacha
que juega a ser policía
en contra de nosotros
y la otra
ni siquiera sabe apretar un gatillo.
¿Dijiste que soy una inútil?
Que no sabías cómo
había pasado las pruebas.
Pues entérate.
Soy la que mejor
tiene puntería en la armada.
Eso me consta.
Ahora dime
en dónde está mi hija.
¿En dónde está mi hija?
¡Mamá!
Mi amor, mi amor,
¿Estás bien?
¿Por qué tienes un arma?
Mi amor,
es por mi trabajo.
Tengo que llevarla justo ahora.
¿Recuerdas que mami es policía?
Bueno, pues
tengo que cumplir con mi trabajo de guardar
la seguridad ciudadana mi amor,
Qué chiste,
guardar la seguridad ciudadana.
Pequeña,
tu mami quiere hacernos daño.
¡Cállese!
Mi amor, no le hagas caso.
De verdad, escúchame,
yo no les quiero hacer daño. Sí,
créeme.
Valentina,
¿sabes que lo que tiene tu mamá
en las manos
es muy peligroso?
Sí, pero
¿por qué les está apuntando como una loca?
Porque mami se volvió completamente loca.
¡Cállate!
No intentes confundir a mi hija.
Valentina,
mírame.
¿Tú
acaso ves
en nuestras manos
una arma de fuego
tan peligrosa?
No.
Lo ves.
Es porque no somos malas personas.
Nosotros solamente
queríamos hablar con la amiga de tu mamá,
pero ellas quieren hacerte creer
que nosotros somos malos.
Mamá,
baja el arma.
Mi amor.
No puedo.
Valentina,
ve donde tu mamá.
¡Ahora!
Sebastián, ¿qué hiciste?
Sebastián,
¿acaso eres un traidor?
¿Qué estás haciendo?
¿Buscaba esto?
¿Qué carajos estás haciendo?
Ya no quiero más esa vida.
Sebastian, mucho cuidado con lo que haces.
¿Qué haces, Sebastián?
Tranquilízate.
¿Y tú quién eres?
¿Qué haces?
Cuidado.
Tranquilas,
estoy de su lado.
Pero, ¿cómo te vas a poner
de lado de una persona
que ni siquiera conoces?
No es justo.
Ya no quiero esta vida.
Ya no quiero
seguir haciendo esto.
Ella está convencida
de que puede acabar con ustedes
y yo
me uno a ella.
Sebas,
Sebas,
piénsalo muy bien.
Mi padre es un hombre muy poderoso.
Además, él está muy feliz
de que tú y yo seamos pareja.
Tú y yo nunca
seremos pareja.
Entiende Eva Luna.
Pero, ¿por qué?
Eva Luna, por favor,
no te humilles.
Yo pensaba que Sebastián
estaba de nuestro lado,
pero ya veo que no.
¿Cómo puedo estar de su lado?
Ayudé a hacer daño a mucha gente.
Filtré
información.
Me hicieron renunciar a mi trabajo de toda la vida
para meterme con narcotraficantes.
Yo no elegí esta vida.
Tú lo elegiste.
Ahora suelta esa arma.
No tengo ni idea de quién es este hombre,
pero al parecer
es una persona más afectada por ustedes,
así que te vamos a ayudar.
Él está con nosotros.
Alianzas de un rato a otro.
Por favor,
no me hagan reír.
Sebastián,
mira cómo te tiembla la mano.
Tú no eres así.
Por favor,
deja el juego.
No me importa.
Esta es mi oportunidad
y voy a salir de aquí.
Sebastián,
ya basta de show.
Ponte a hacer tu trabajo
y explíquele a estas personas
lo que les va a pasar
si insisten
en seguir con su jueguito.
Pero hazlo carajo.
Sí,
sí.
Ustedes
perderían su trabajo,
su profesión.
Las declararían
insolventes para siempre
y no podrían salir del país.
Eso si no se comprueba que tuvimos la razón.
¿Tienen esa opción
o la otra que es morir?
Ustedes
deciden.
No puedes asesinarnos
y eso lo sabes muy bien.
No tenemos más opción
que hundirte.
Y ahora tenemos un aliado más.
Él no es un aliado,
es lo que es es un estorbo.
Papá, no digas eso.
Sebas está confundido.
Eva Luna, Sebastián es un malagradecido.
Es un sinvergüenza.
Baja esa arma.
Yo no elegí esta vida.
Ustedes me obligaron.
Sebastián,
Eva Luna
siempre
te ha defendido
y mira como tú le pagas.
Yo quiero a Eva Luna,
pero ella.
Pero nada.
Papá
vámonos.
Sebastián está confundido.
Él necesita pensar.
Necesito llevarme las evidencias.
No nos va a detener.
No se me acerque.
¿Qué quieres?
Quiero que nos deje en paz,
que me deje hacer mi trabajo.
Yo no puedo irme de aquí
sabiendo
que vas a iniciar
un juicio en mi contra.
El juez decidirá eso.
Ahora lárguense de aquí.
Ok,
está bien.
Por ahora
tú ganas,
pero no te vas a salir con la tuya.
Va a ser peor.
Quiero que lo sepas.
Y tú, Sebastián,
te vas a arrepentir.
Vámonos.
Lárguese,
lárguese,
Mamá,
me diste un poquito de miedo.
Lo siento, mi amor.
Solo era una actuación. Sí,
tenía que hacerlo.
¿Tú estás bien?
¿No te hicieron nada?
No,
el señor que está aquí fue amable conmigo.
Evitaba que me dijeran algo
o alguna cosa mala.
Muchas gracias.
No tengo ni idea de quién es usted,
pero
fue muy valiente lo que hizo.
Por alguna razón,
cuando te vi entrar,
mis fuerzas se triplicaron
y mi confianza creció.
Sabía que podía confiar en ti.
Ellos me dejaron en un lugar horrible,
demasiado lejos.
fue hasta que encontré un camino que,
que me condujo hasta aquí,
hasta la ciudad.
Amiga,
lo lograste porque eres una mujer
muy inteligente.
Mi amor,
ve a la habitación. Sí,
corre.
Dios mío,
pensé que iban a lastimar a Valentina.
Amiga,
no sé,
pero algo no cuadra.
El que se haya ido así no más.
Temo que atenten contra nuestras vidas.
Ya lo intentó una vez y no lo hizo.
Él sabe que no puede hacerlo porque
lo culparían.
No sé.
Yo me estoy arrepintiendo.
Espera,
¿cómo sabemos que podemos confiar en él?
Yo tengo una corazonada.
No lo sé.
¿Y si lo dejó a propósito
para sacarnos información?
No,
no, no, no, no.
Les prometo que yo estoy de su lado.
Se los puedo demostrar.
Tengo evidencia
que puede servir.
A ver, a ver,
primero dinos quién eres
y por qué tomaste esta decisión.
Yo trabajaba en un banco,
no valoraban mi trabajo
y no me pagaban bien.
Hasta que un día de la nada,
Juan me sorprendió.
Me dijo que él sabía sobre mi trabajo,
que no me estaban valorando.
¿Cómo sabían todo eso?
No lo sé.
Supongo que él me siguió por algún tiempo
y de la nada él supo sobre mi enfermedad.
¿Qué enfermedad?
Es una enfermedad que sí tiene cura.
Era progresiva hace muchos años.
El tratamiento es muy costoso.
Mensualmente
gasto mucho dinero en medicina
y con el trabajo que tenía, pues
no me alcanzaba para comprar la medicina
y por eso acepté.
No lo puedo creer.
De verdad que ese hombre no tiene corazón.
No,
no tiene corazón.
Él es capaz de todo.
Espera,
si tú,
si tú dejas de trabajar para él,
no vas a tener dinero para tus medicinas.
¿Cuánto es lo que necesitas mensual para eso?
$1.000 dólares
Bueno,
no te preocupes,
saldremos adelante juntos.
Tú vas a salir adelante.
¿Tu nombre estaba en algunos de los documentos?
En teoría, sí.
¿Cómo?
Cuando decidí meterme a ese negocio,
yo falsifiqué mi identificación.
Inventé un apellido falso y
huellas digitales falsas
para que no puedan involucrarme
en ese negocio.
Pero sí cometiste un delito.
Sí,
lo sé,
pero así quieran acusarme
no van a poder.
Pero
habrá alguna persona
que va a declarar en contra tuya.
Los que trabajaron contigo,
ellos te van a identificar,
sobre todo los narcos
que están involucrados.
Eso sería el peor de los casos,
pero si llega a pasar,
no me importa,
porque yo no quiero ser
más parte de esto.
¿Estás seguro de eso?
Estoy completamente seguro.
No sé.
Ay.
Tengo que pensar.
Tiene que haber alguna manera.
Tú salvaste a mi hija.
No puedes ir preso.
Amiga.
Si él tuvo que ver en algo,
tiene que pagar
con el dolor del alma.
Noticia de último momento.
Se encontró el cadáver del juez
superior de la Corte Suprema,
Arturo Villarreal,
justamente en su departamento.
¿Qué?
Lo sabía.
Sabía que ese desgraciado iba a ir por él.
No puede ser, Sara,
no puede ser.
Ahora no tenemos juez que nos ampare.
Tantas pruebas,
tanta evidencia para nada.
No tenemos a nadie de confianza
y ahora sí que puede acabar con nosotros.
No,
necesitamos encontrar
a otro juez.
Alguien que nos ampare,
alguien pesado
que esté a nuestro lado.
No conozco a nadie,
a nadie.
Él era el único.
Él no hizo nada.
Fui yo la que se emocionó con
todo esto.
Soy yo la responsable de su muerte.
No,
no digas eso.
Claro que lo soy, Sara.
Yo fui la que empezó con todo este circo.
No es tu culpa.
Él tiene toda la razón.
El cargo me queda grande.
Llegué hace unas semanas,
descubrí todo esto,
me ayudaron,
pero no pudo hacer nada.
Él tiene todas las de ganar.
Mira, no digas eso.
No vuelvas a decir eso.
De acuerdo.
Sara por Dios,
un hombre murió por mi culpa.
Él solo me escuchó.
Es él.
Bueno.
¿Viste las noticias?
¿Qué quieres?
Tienes hasta mañana
para eliminar toda evidencia que tengas.
Voy a corroborar que
así sea.
Llevaré un informático
y si intentas jugarme sucio,
tu hija va a ser la primera en pagar.
Detente,
detente, por favor.
Te juro que no voy a hacer nada.
Necesito ver para creer.
Así que mañana
a primera hora en tu oficina lo haremos.
Eres un maldito.
Él no te hizo nada.
Tú eres la responsable de eso.
Yo solo me encargué de mostrarte
que toda acción
tiene una consecuencia.
Está bien,
está bien.
Haré lo que tú digas.
Ah, y dile a Sebastián
que iré por él,
que se va a arrepentir
de haber nacido.
Ven por mí, maldito.
No te tengo miedo.
Mira,
puedo perdonar la traición
que te hayas ido de mi lado,
pero que hagas llorar a mi hija,
no lo perdono.
¿Qué?
Sabes muy bien de qué te hablo
y vas a pagar por eso.
María Isabel, nos vemos mañana.
No intentes nada.
¿A qué se refería con lo de
su hija?
Ella está enamorada de mí,
quiere que estemos juntos.
Esa mujer está loca.
Hay que tenerle mucho cuidado.
Estoy seguro que Juan
no me va a perdonar esto,
pero yo no quiero estar con ella.
De todas maneras, tendré que hacer
todo lo que me pida.
A ver,
¿no te importa formar parte de eso?
¿Por qué lo serás?
Sara,
¿acaso se te olvida
que tú también fuiste parte de eso?
No tuve elección.
¿Y yo sí?
Ese desgraciado va a acabar con nuestras carreras.
Te juro que si mi hija no estuviera en peligro,
no hiciera nada de eso.
No puedo arriesgarla, Sara.
Lo siento,
de verdad, lo siento.
Dios mío.
¿Y ahora,
qué voy a hacer?
Buenos días.
¿Por qué no trajiste a tu hija?
Ya me estaba encariñando con ella.
Quisiera que evite decir
esos chistes imbéciles.
Gracias.
Uy, uy, uy, uy.
Amanecimos agresivos hoy.
Tu felicidad no es la nuestra.
Señor,
yo quiero pedirle una disculpa.
Déjate de ridiculeces, Sebastián.
Papá,
no seas tan cruel con él.
Bueno, bueno,
ahora sí
a lo que vinimos.
Sargento Mendoza,
encienda la computadora.
Ya.
Qué lástima
que no hayas querido ser mi socia
por las buenas.
Hubiésemos hecho un gran equipo.
El hecho de que vaya eliminar
todas las pruebas
no significa que vayamos a ser socios.
Por lo que veo,
no has entendido
que vamos a trabajar juntos
y que vas a tener que hacer lo que yo diga.
Yo mando aquí.
Usted no me dijo eso.
Solo me dijo que elimine las pruebas.
¿Y qué esperas, preciosa?
Que permita que me investigues toda mi vida.
Cada acción tiene su consecuencia.
¿Qué me estás diciendo?
¿Que no quieres cooperar?
¿Sabes lo que haré
en un abrir y cerrar de ojos?
Ya no me importa nada.
¿Me salvo o me salvo?
¿Qué pasa?
Entra al almacenamiento.
Si sabe que podría destruir
la computadora si quisiera,
¿no?
Sí,
pero no quiero dejar marcas visibles.
Prefiero hacerlo internamente.
Vamos, digita la clave.
Tengo mucha información aquí,
no solo mía,
sino de procesos de muchos años atrás.
Eso a mí no me importa.
Está bien.
Elimina todo.
Muy bien.
Ahora
vamos a verificar
que hayas eliminado todo del disco duro.
Sí, ya lo hizo.
¿Código?
Sí, hay un código.
781 72 81.
Perfecto,
te llamo en un momento.
Ahora quiero
que me des las grabaciones.
Aquí las tiene.
Dame las copias.
Sara,
¿en dónde están?
No,
yo no le voy a entregar nada.
¿En dónde están?
Me gusta tu decisión.
¿Saben?
Yo estoy confiando en ustedes
y si yo meto una memoria en esa computadora,
mi hombre
inmediatamente se va a dar cuenta
de cuántas copias hay exactamente.
Así,
¿qué más les vale?
Que me digan la verdad.
Yo ya no tengo más.
Ahora quiero
las fotos.
¿Qué fotos?
Las que me han tomado con mi socio.
Ah,
con los narcos.
Sí,
sí, ellos mismos.
¿Cómo sabe tantas cosas?
Aquí las tiene.
A ver, a ver, a ver.
Muy bien.
No hay más nada, ¿verdad?
No, ya no tenemos nada más.
No sé, papá,
pero no confío en ella.
Créeme, hija.
Yo tampoco.
Ya les di todo.
¿Qué más quieren?
Ahora vas a firmar
este documento.
¿Qué?
Que firmes.
Como escuchaste.
¿Documento de qué?
Aquí
estás retirando
la denuncia que hiciste en mi contra.
Por falta de pruebas.
Firma.
La vas a entregar en la judicatura.
No puedo hacer eso.
Perdería toda la credibilidad.
Una vez
que tengas mi confianza,
yo me encargaré
de que recuperes tu credibilidad.
Eso no me sirve de nada
si no podré
seguir haciendo mi trabajo como siempre.
¿Qué parte de que ahora somos un equipo
no has entendido?
Señor,
por favor, no me haga esto.
Hazlo ahora.
Lo haré.
Lo haré solo por mi hija.
Ahora estás perdida, chiquita.
Muy bien,
así se hace.
Yo...
yo no me merecía esto.
Los voy a...
No puedes amenazarnos.
No estás en condiciones de hacerlo.
No lo estoy haciendo.
Simplemente quiero que quede muy claro
que yo
hice las cosas bien.
Nunca les quise hacer daño.
Nunca quise ir en contra de ustedes.
Nada fue personal.
Lamentablemente
sí lo tomaste personal.
Fue tu decisión.
Después de todo esto,
no voy a volver a recuperar mi carrera.
De ahora en adelante
tendrás que hacer todo lo que yo te diga,
ni más ni menos.
Ah.
Está bien,
haré todo lo que me digan,
pero por favor
no le hagan daño a mi hija
por lo que más quieran.
Si tú no haces nada
indebido,
tu hija va a estar muy bien,
tranquila.
De acuerdo.
No haré nada.
No quiero cargar con el peso de una muerte más.
Quisiera saber si Sara
lo tiene claro.
Sara,
por favor, dile.
Sí.
Lamentamos todo lo que pasó
y de hoy en adelante
vamos a colaborar en todo.
Así es.
De hecho,
yo misma me comprometo
a que no ocurran más problemas
y que nadie se entere que usted
hace cosas ilícitas.
Y también me ayudarás
a seguirlas ejerciendo.
¿Quién quita
que termines
heredando el cargo que yo tengo aquí?
No,
muchas gracias por la oferta.
Bueno,
hecho todo esto,
entonces me retiro.
¡Espere!
¿Qué quieres?
¿Qué van a hacer con Sebastián?
Eso
no es de tu incumbencia.
Por favor,
dele otra oportunidad.
Él ha hecho muchas cosas por ustedes,
incluso arriesgado su propia vida.
No tenía otra opción.
Él es un imbécil
al revelarse en contra de la persona
que le salvó la vida justamente.
No,
no se equivoque.
Usted no le salvó la vida.
Usted lo hundió
porque vio que él no tenía otra opción.
Usted se aprovechó de su enfermedad.
Así que estuvieron
conversando.
Ahora son amiguitos.
Mira, tú no te metas.
La única que podía abogar
por Sebastián soy yo.
Tú no eres nadie,
pero él nos traicionó
por irse contigo.
¿Qué?
¿Acaso están juntos?
No,
no, no, no, no.
¡Claro que no!
Por eso te fuiste de su lado, ¿verdad?
No, Eva Luna.
Yo ni la conocía.
Apenas lo conocí ayer.
Eva Luna, ya no comiences con tu show.
Más te vale,
porque doble traición no te voy a perdonar.
Y ya que la señorita pregunta,
le voy a contestar papá.
No es necesario.
Yo...
Sebastián
es y será mío.
Es para mí.
Ay, por favor.
Él no es un objeto.
Pues no tiene otra opción.
Si quiere sobrevivir,
tiene que estar conmigo.
Él lo sabe muy bien.
No sé por qué se hace el desinteresado.
Mi amor,
mi amor, mírame.
Yo soy toda tuya.
¿Por qué no te haces cargo de eso?
Eva Luna, por favor,
no tienes por qué estar comportándote como una...
Papá, déjame hacer lo que quiero.
Ay, son pocas cosas que te pido.
Pero estos son cosas que hay
que conversarlas en la casa.
Ellas no tienen por qué enterarse de esto.
Don Juan,
por favor,.
Mira, si mi hija quiere estar contigo,
pues tú vas a estar con ella
y punto.
Vámonos.
Esa mujer está loca.
No sé qué es peor.
No sé si tomé la mejor decisión.
No sé.
¿Qué pasó?
¿Un oficio?
Por medio del presente
me permite informar
que será reasignada temporalmente
a funciones
administrativas,
por lo cual no participarán
en actividades de investigación,
durante el periodo que dure esta medida.
Esta decisión se basa en circunstancias
recientes que ha afectado su idoneidad
para desempeñar roles investigativos
en este momento.
La duración de esta reasignación
será evaluada periódicamente
conforme a la evolución de dichas circunstancias.
Durante este tiempo
se espera de la funcionaria
su total colaboración
y profesionalismo
en las nuevas funciones asignadas
con el mismo compromiso institucional
que la ha caracterizado.
¡Carajo!
Son demasiado rápidos.
¿Y ahora qué se supone que voy a hacer?
¿Ah?
¿Enviar correos?
¿Dar charlas emocionales?
Yo no sirvo para eso.
Tranquilízate. Sí.
Mira, tú tomaste esta decisión.
Seguramente pronto te van a asignar
una investigación
y vas a salir de esto.
Supongamos que me dan
una investigación dentro de un mes.
Todas las investigaciones
involucran a los más grandes narcotraficantes.
Y ahí está
Juan Santa Cruz.
Sí, es verdad.
Puede que tenga otra oportunidad,
pero de todas maneras la perdería
porque tengo que hacerle caso
a ese
hombre.
Esto nunca va a acabar.
No sé qué hacer.
Y...
Y si me voy de la ciudad,
María Isabel.
Estás pensando con la cabeza
caliente.
Eso,
eso es lo que voy a hacer.
Es la única manera
en la que yo puedo trabajar en paz
sin que ese imbécil se interponga en mi camino.
De hecho,
ahora mismo voy a pedir el pase.
¿Qué estás haciendo?
Aguarda, Sara,
aguarda.
De mis consideraciones,
Por favor, tranquilízate. Sí,
Según las circunstancias.
María Isabel, por favor, escucha
Cómo fue la investigación.
MARÍA ISABEL,
piensa en tu hija.
Tu hija nunca
ha tenido un lugar estable.
Siempre pasas mudándote.
Ahora ella ya tiene amigos
y los quiere.
No le quites eso.
Tienes,
tienes razón.
Desde que llegaste
siempre has dicho cosas como,
"Debes luchar
por tus ideales.
No dejes que una situación
te derribe.
La verdad siempre sale a la luz.
Tú puedes
y ahora haces
todo lo contrario.
Es que,
es que...
Amiga
Sé que tienes miedo,
lo sé.
No te quiero perder.
Tampoco quiero perder a mi hija Sara.
María Isabel,
tú me diste la valentía,
la fuerza para que después de tantos años hablara
y no tenerle miedo
para hacerlo caer infeliz.
Tú me devolviste la vida
y ahora
ya no tengo miedo a morir.
Y cuando uno no tiene miedo a morir,
puede empezar a vivir.
Y tú me enseñaste eso.
Por favor, lucha.
Luchemos juntas. Sí.
Si no,
vamos a estar atadas
toda la vida por ese hombre.
Pero, ¿y las pruebas?
¿Las evidencias?
¿Qué hay con eso?
No me digas que entregaste todo.
Pues
sí,
Por suerte
me entrenaste muy bien para no decaer.
¿Guardaste evidencia?
Sí,
pero tranquila.
Que esa evidencia no puede ser rastreada.
Está programada para no existir
a menos
que se utilice un código
y se abra los archivos.
Perfecto.
¿En dónde la tienes?
Donde menos te lo puedes imaginar.
Ok.
Ok.
Entonces
tenemos eso y
los documentos.
No tengo respaldo.
El juez tenía unas copias,
pero eso es difícil recuperarlos.
Exacto.
Es Sebastián.
Qué raro.
No tengo mucho tiempo.
Te voy a enviar al correo
toda la información
contable y administrativa,
todos los documentos que él se llevó,
todo donde está escrito.
E involucra Juan
en todo esto.
¿Qué está pasando?
¿Por qué estás haciendo esto?
Prefiero caer preso
antes que seguir involucrado con el narcotráfico
y estar con Eva Luna.
Pon mucha atención a todo.
No dejes pasar ni una sola evidencia.
Y por favor,
no digas que fui yo
quien te pasó esa información.
¿Por qué haces esto?
Te quiero ayudar
porque sé que eres una mujer luchadora.
Nunca dejes de serlo.
Eso,
eso es lo que más me gusta de ti.
¿Con quién hablas, mi amor?
¿Qué?
Yo lo sabía.
Sabía que me estabas viendo la cara
con esta mosca muerta.
¿Te gusta, verdad?
Sí,
sí,
Sí me gusta.
Ok,
ok.
Está bien,
está bien.
¿No te importa?
Tú no puedes estar con ella.
Eso es un amor imposible.
Eso no lo sabes.
Tú tienes que estar conmigo.
Solo eso te voy a decir.
Ahora
vámonos.
Espera
Por favor,
no le digas nada de esto a tu padre. Sí.
Sí.
Está bien.
Será un secreto
entre tú y yo.
Sí, sí,
claro que sí.
Ese cargamento llegará intacto.
Todo saldrá perfectamente bien.
¿Pasa algo?
Eh, papá,
mañana quiero ir de shopping
por un momento.
¿Será que tú puedes cuidar a mi Sebastián?
Claro que sí, hija.
Ve.
Es que estoy un poco deprimida.
Estoy triste
y necesito tomar algo de aire.
Ya sabes lo que tienes que hacer.
Eso me pone de buen humor.
Ay, Sebastián.
¿Qué le hiciste a mi hija?
Eh,
nada.
Yo no le hice nada.
Papá,
¿tú crees que podemos
confiar en María Isabel?
Claro que sí, hija.
Ella es
una pieza clave
y estoy seguro que lo hará.
Además,
ella no lo sabe.
Pero tenemos a su hija rastreada.
Podemos ubicarla
cuando sea
y donde sea.
Es verdad.
La tenemos comiendo de nuestra mano.
Perfecto,
tenemos todo.
Ahora sí
hay que ir al juzgado.
Sí,
pero no sé con qué juez
podremos aliarnos.
¿Sabes qué?
No podemos aliarnos.
Estamos solas en esto.
Tenemos que hundirlos
con nuestras propias autoridades.
¿Estás segura de lo que dices?
Completamente segura.
De hecho,
tenemos que usar esas pruebas
a nuestro favor.
Dejemos en evidencia
las evidencias.
Tengo una idea.
Hay que ponernos en contacto con
el sonidista de la oficina.
Y yo me llevo muy bien con él.
Ok.
Dile que prepares los altoparlantes.
Perfecto.
Yo voy a llamar al general Elizalde.
Pero eso podría ser muy peligroso.
Lo sé.
Puede que sea un arma de doble filo.
Él es muy amigo de Santa Cruz
y por eso espero que confíe en todo esto.
¿Y qué le vas a decir?
Que estoy tan segura de lo que le estoy diciendo,
que estoy dispuesta a ser declarada insolvente
si es necesario.
María Isabel,
no sabemos si Santa Cruz tiene otro plan.
Claro que tiene otro plan.
Él siempre lo tiene,
pero esta vez no podrá con nosotras
porque tenemos pruebas tácitas.
Así que Sara,
vas a tener que decirme
en dónde están esas pruebas
porque las vamos a ir a buscar en este momento.
Hola, Valentina.
Quiero llevarte a dar un paseo en el parque.
Tranquila, corazón.
No voy a hacerte nada malo.
No.
Espera
Mocosa.
Mocosa, ¿dónde estás?
No huyas,
que no vas a poder salir de aquí sin mí.
¿Quieres jugar?
Vamos a jugar.
¿Dónde estás, chiquita?
¿Dónde te metiste?
No vas a poder escabuirte de mí.
Diosito, ¿qué hago?
Hola, pequeña.
Quisiste burlarte de mí,
pero ahora te vas a ir conmigo.
¿Sabes por qué?
Porque tu mamá sigue haciendo las cosas mal.
Tu mamá sigue dándome problemas.
Mi mamá está haciendo todo
lo que ustedes le piden.
Tu mamá se metió con mi papá
y ahora se metió conmigo.
Así que tú te vas a ir conmigo
y más te vale que te portes bien.
Vamos,
vamos.
Ven, pasa.
Voy a ver a la niña.
Valentina
¿No está adentro?
No, voy a ver si tengo el baño.
Valentina.
Valentina.
Hija,
hija, esto no es un juego.
No.
¿Qué pasa?
No, Sara.
No,
mi hija,
mi hija. Sara.
Papá me quiere quitar a mi novio.
Hija, estás mezclando intereses.
Yo tenía un trato con ella.
No me importa tu trato con ella.
Tengo que cuidar a mi hombre.
Oigan, la niña tiene mucho miedo.
Déjenla ir con su madre.
No,
no.
Voy a deshacerme de ella
para que sepa
que no puede meterse conmigo.
Hija,
yo la necesito a ella en la policía.
No puedes hacer eso.
Papá,
¿quieres verme infeliz toda mi vida?
Por favor, no seas dramática.
Ya Sebastián está contigo.
Ya él es tuyo.
¿Podrían dejar de tratarme
como si yo fuera un objeto o cualquier cosa?
¿Por favor?
Escucha.
No vas a lograr nada
teniendo aquí a la mocosa.
Sí.
Voy a hacer que se aleje
por completo de mi Sebastián.
Hija, ¿tú piensas
que acabando con la niña
vas a solucionar todo?
Va a ser peor.
Ella no va a tener compasión.
Ay, papá,
hasta parece que le tuvieras miedo.
Ella ya está de tu lado,
ya la tienes.
Ahora yo tengo que asegurarme
de que no vuelva a molestar a mi Sebastián.
Yo te prometo,
te prometo que si ella me vuelve a hablar,
yo mismo me deshago de la niña.
Mm.
No lo sé.
No te creo.
Es ella.
Hola.
Eres un pobre desgraciado mentiroso.
¿Qué pasó?
Yo cumplí con mi parte del trato.
Te llevaste a mi hija
otra vez.
Dime qué quieres.
Ya hice todo lo que querías.
María Isabel, cálmate.
Yo no la tengo.
No me quieras ver la cara.
No lo intentes.
Yo no la tengo.
Yo la tengo.
Hija de...
Eres una resbalosa.
¿Qué piensas
que no sé que estás atrás de mi novio?
Primero,
él no es mi novio
y segundo, no estoy atrás de él.
Yo los escuché.
Sé que tú le gustas a él
y que él también te gusta a ti,
pero cómo no va a gustarte
si es un hombre maravilloso.
Él es un hombre de verdad,
pero es mío.
No entiendo nada.
¿Estás loca?
¿Por qué tienes a mi hija?
Porque quiero que veas
de lo que soy capaz.
Si no dejas en paz a mi Sebastián.
Yo no quiero nada con Sebastián.
Te lo regalo, pero devuélveme a mi hija.
Ambas son unas tontas.
Pudieron dejarla en otro lugar,
pero el departamento de tu amiga,
¿qué clase de madre expone así a su hija?
Ahora veo que ella
no te importa tanto como dices.
Ella es mi vida entera.
¿Quieres decirle algo a tu mami?
Mamita, tengo miedo.
Por favor,
ven por mí.
Yo puedo permitir todo,
pero que le hagan daño a mi hija,
eso sí que no.
Qué lástima.
Pero la única culpable aquí
eres tú.
Y no voy a devolverte a tu hija
hasta asegurarme de que
no quieras quitarme a mi Sebastián.
Eres una niña tonta, mimada.
Mucho cuidadito como le hablas a mi hija.
Tranquilo, papá.
¿Qué podemos esperar
de una ordinaria como ella?
Devuélvanme a mi hija.
No,
por resbalosa traicionera.
Hija, por favor,
pueden hablarlo.
Ella está cumpliendo con su parte.
Ok,
si nadie me quiere ayudar,
me la llevo yo.
Mejor me la llevaré con Sebastián.
Hasta podemos hacerla pasar
como nuestra hija adoptiva.
¿Tú qué dices, mi amor?
Eva Luna,
por favor, tranquilízate.
No,
no quiero nadie.
Necesito pensar.
Quédate quieta, mocosa.
Camina.
Eva Luna.
Aquí viene otra vez.
Está teniendo otro de sus ataques.
Deja mi hija.
No, tranquila.
¿Por qué nunca nadie me quiere?
Yo quiero que él sea el hombre de mi vida.
Quiero casarme con él.
Sebastián me envió a la ubicación.
Vamos, vamos en este momento.
Ay, eso me estorba.
Vamos.
Ella me lo quiere quitar,
pero va a aprender su lección.
Hija,
no hagas algo de lo que te puedas arrepentir.
Va a aprender
que todo en esta vida tiene un precio
y va a tener que perder a su hija.
Eva Luna, yo te amo.
¿Es verdad?
Es verdad.
¿Quieres que nos casemos?
Casémonos.
¿Lo estás diciendo en serio?
Pero, ¿cómo?
¿Cómo puedes cambiar
de opinión de un rato al otro?
Hace un momento no me querías.
Siempre te he querido,
pero...
¿Qué carajos está haciendo?
Pero siempre he pensado
que sería muy difícil ser yerno de tu padre.
Él es un hombre
muy rígido y ejemplar.
Además,
tú lo amas
y él te ama mucho.
Sería muy duro
arrebatarle la luz de sus ojos.
Él no es así.
Algo está tramando.
Yo lo sabía.
Yo sabía que tú me amabas,
que querías estar conmigo.
Sabía que estábamos
hechos para estar juntos.
Yo lo sabía.
¿Cómo podía declararte mi amor?
Si de alguna manera
me siento preso en este mundo,
ya no sé
si es real todo lo que siento.
No estás diciéndome esto
solo para salvar
a la hija de tu amante, ¿verdad?
Yo no tengo amante.
Yo soy tuyo.
Yo vivo para ti,
mi amor.
Tú estás cegada.
Solo estás teniendo un momento de confusión.
Tu vista está nublada.
No,
no está nublada.
Es solo que estoy muy enojada con ella.
¿Por qué te gusta?
No me gusta.
Pero tú me dijiste.
No me importa lo que yo te haya dicho.
No, no, no, no.
Yo dije eso
por el momento,
pero yo no siento nada por ella.
Te lo juro.
Yo apenas acabé de conocerla.
Es que pensé que era como un amor fugaz,
como lo que me pasó contigo.
Apenas te vi.
Yo supe que quería que estés en mi vida.
¿Lo ves, papá?
Es un corazón hablando.
Yo yo lo puedo sentir.
Hija,
por favor, piensa lo que estás diciendo.
Papá, tú siempre me has hecho creer
que todos son malos,
pero yo le creo a mis Sebas.
Sé que él
no la quiere.
Ella,
ella está enamorada de él.
Ahora entiendo todo.
Sí, mi amor.
Es exactamente como tú lo acabas de decir.
Esa es la verdad.
Siempre lo supe.
Siempre lo supe.
Es una resbalosa.
Pero ahora nadie va a poder detenernos.
Sí, mi amor.
Mi amor,
ven conmigo.
Sí.
Sí.
Mira.
Podemos hacerla pasar por nuestra hija,
así tendríamos nuestra familia completa.
Sí,
por supuesto.
Claro que así será.
Qué buena idea.
Al fin,
una familia consolidada.
Eso vamos a tener.
¿Tú qué opinas, papá?
Siempre duda.
No confíes en nadie.
Nadie en este mundo
es sincero.
Tú nunca me apoyas.
Si mi amor.
No le hagas caso.
Ven conmigo, por favor.
Suelta la niña
y ven conmigo.
¿Qué?
¿Qué pasa, mi amor?
Ven conmigo.
Dijiste que suelte a la niña.
Mi hija volvió.
De todas maneras,
tenemos a María Isabel en nuestras manos.
Dijiste
¿Que suelte a la niña?
Sí, sí, sí, sí, sí, sí.
Eso dije.
Pero
lo dije para que
puedas acercarte más tranquila.
Ven, mi amor,
ven conmigo.
No,
claro que no.
Ya entendí tu jueguito.
¿Quieres engañarme
para salvar a la mocosa,
pero ahora
voy a deshacerme de ella?
vas a aprender,
te vas a dar cuenta
de lo que soy capaz
por no tener tu amor.
Eva Luna, por favor,
tranquilízate.
Camina, mocosa.
No, por favor, suéltame.
Vamos.
Camina, mocosa.
Eva Luna,
por favor, no lo hagas.
Camina.
¡Nooooooo!
Eva Luna,
Eva Luna,
por favor,
no lo hagas.
Es solo una niña.
Ella no tiene la culpa de nada.
Es la hija de la resbalosa
que me quitó tu amor.
Me voy a deshacer de ella.
Sebastián, ¿qué hiciste?
¿Estás loca?
¿Estás enferma?
¡Hija!
¡Hija!
¡Mamá!
Dispárame.
Vamos,
dispárame.
Si no vas a ser para mí,
no vas a ser para nadie.
Baje el arma.
Baje el arma.
¿Saben qué?
Ya no hay jueces
en quienes confiar.
Todos
son unos corruptos.
No hay dinero que no compre el silencio.
Nunca
nadie sabrá
que desde la institución de seguridad
que yo he dirigido por más de 30 años,
he estado manejando
la red de narcotráfico
más grande de este país.
Siempre he sido el mejor infiltrado.
Así es, papá.
Ahora,
vamos a deshacernos de ellos
de una vez.
Policía. Manos arriba.
General Santa Cruz.
Amigo,
jamás se me hubiera ocurrido
que usted era el infiltrado.
No, no, no.
Yo puedo explicarme.
Esta gente me obligaron a decirlo.
Yo no tengo nada que ver con nada.
Escuche,
estoy diciendo que no tengo nada que ver.
Me obligaron.
Sebastián.
¿A dónde me llevan?
¡Suélteme!
Yo no he hecho nada.
Yo soy inocente.
Suéltame
Mi general.
Descansen.
Aquí están las pruebas
adjuntadas al resto que ya recibió.
Yo también grabé todas
las cosas feas que me dijeron.
¿Qué?
¿Cómo hiciste eso, mi amor?
Mi peluche también graba.
¿Lo olvidaste?
Mi amor, eres tan inteligente.
Lamento todo lo que ha pasado.
Este es un gran paso para la institución
y para su carrera.
Usted será ascendida,
ya que ha demostrado
tener las capacidades para
comandar las investigaciones en curso.
Muchas, pero muchas gracias, mi general.
Sin usted esto no hubiera sido posible.
Ellos también me ayudaron.
Sara ha vivido esto durante mucho tiempo.
Tuvo que hacerse de su lado,
pero ahora la verdad saldrá a la luz
y muchos sabrán como tantos funcionarios
fueron amenazados
y no tenían otra opción.
Claro que sí.
Serán investigados.
Por otro lado,
lamento informar
que al señor
se le ha corroborado
que ha tenido delitos administrativos
en relación con estas personas,
pero debido a que adjuntó
muchas pruebas a su favor,
se le redujo la pena.
Está bien, yo lo entiendo.
No te preocupes,
yo iré a dejarte tu medicina siempre.
Te esperaré.
Eres un gran hombre.
Mamá,
¿ya son novios?
Por favor,
espérame.
Claro que sí.
Te esperaré.
Señor.
Señor,
acompáñeme, por favor.
Gracias,
gracias
por sacar lo mejor de mí.
Mi mami es una superheroína.
Así es, mi niña.
Por eso debes sentirte
muy orgullosa por todo lo que ha logrado.
Estoy muy orgullosa de ti, mami.
Huy mi amor.